[Performance]
De la consciencia feminista aplicada a una parte de la identidad territorial de la onubense Isabel Martín nace su propuesta “Cantes de fregar los platos”. La poeta se crió en una casa de una aldea donde las mujeres cantaban mientras hacían los quehaceres que por rol de género les “correspondían”. Que las mujeres canten a pesar de la violencia que sus cuerpos llevaban por vivir en este sistema, en un gesto de ternura cotidiana revolucionaria que ella rescata en sus cantes flamencos que entrelaza con los textos de sus poemas. Las piezas poéticas tratan de nombrar lo que no se nombra, porque si no, no existe, y pretenden ir hacia delante y contribuir a la generación de imaginarios para otros mundos posibles. Las letrillas (poemas) se mezclan con cantes por bulerías de Lebrija, de Antonia Pozo, tanguillos y alegrías de Cádiz, tangos de la Niña de los Peines y La Repompa de Málaga o colombianas de Pepe Marchena y Morente y tratan temas como el turismo o el clasismo territorial poniendo en el centro la experiencia de sus ancestros y su genealogía.
Coordina: Galería Caicoya