La Unidad de Música del MAM del Ejército, con sede en A Coruña, junto a la Banda de Guerra del Regimiento “Príncipe nº 3”, interpretarán una selección de composiciones del repertorio de la música militar en un enclave sin igual, el recientemente reinaugurado kiosco de música del Paseo del Bombé, en el Campo San Francisco, que después de años en desuso vuelve a mostrarse a todos los ciudadanos en su máximo esplendor.

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PROGRAMA

Los Voluntarios (G. Giménez)
Katiuska (P. Sorozabal)
An American Elegy (F. Ticheli)
Persis (James L. Hosay)
Santana a Portrait (Arr. G. Gazzani)
Amapola (Jose Ma Lacalle, Arr. Naohiro Iwai)
Fandango (J.C. Calderon-H. Alpert, Arr. Iván R. Armán)
Director: Comandante Iván R. Armán

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LOS VOLUNTARIOS: En el periodo comprendido entre la primera Guerra de África de 1859 y la última que se desarrolló entre 1921 y 1926, floreció en España el «género chico». Este tipo de teatro musical gozó de gran aceptación entre las clases populares. Era habitual que sus argumentos parodiasen temas de actualidad sobre los que se representaban escenas hilarantes acompañadas de canciones de diferentes estilos en boga como el pasodoble o el cuplé. Pronto se convirtió en tendencia dentro del género la incorporación de cantos patrióticos, los cuales adquirieron enorme popularidad con las campañas de África. Existen multitud de títulos que se convirtieron en estándares del repertorio de las bandas militares como es el caso de «Soldadito Español», «Las Corsarias», «El novio de la muerte» o la marcha de Gerónimo Giménez «Los Voluntarios» con la que se acaba de iniciar este concierto.

KATIUSKA: Con la llegada de los años 30, el género chico fue perdiendo el favor del público y la zarzuela alcanzó una nueva época de esplendor que terminaría con la expansión de la radio a partir de los años 40. Uno de los máximos exponentes de esta etapa final fue Pablo Sorozábal (San Sebastián1897-1988). Después de formarse en Leipzig y Berlín gracias a una beca, inicia su actividad lírica en 1931 con «Katiuska, la mujer rusa». En 1934 estrenaría «La del Manojo de Rosas» y 1936 «La tabernera del Puerto». Las tres obras permanecen en el repertorio de las bandas de música militares. También realizó incursiones en el mundo del cine con la banda sonora de «Marcelino pan y vino».

AN AMERICAN ELEGY: Frank Tichelli compuso An American Elegy como: Un canto de esperanza en recuerdo de los que perdieron la vida y para honrar a los supervivientes del atentado que tuvo lugar en el instituto de Colombine en abril de 1999. Esta pieza rinde tributo al gran esfuerzo y coraje necesarios a la hora de encarar una tragedia y nos recuerda como la fragilidad de la vida nos conecta como seres humanos. Queremos recordar con esta obra a los que padecieron a causa de la pandemia de la Covid-19 y homenajear a todos aquellos que contribuyeron a superarla.

PERSIS: Persia ocupaba el espacio de lo que hoy es Irán. En el S. V a.C., el Imperio Persa contaba con un modelo de gobierno innovador para la época en materias de libertad religiosa, economía y administración. Persis es una obertura para banda que evoca exóticas imágenes de la antigua Persia en su época de mayor esplendor. Su autor, James Hosay, es compositor y arreglista desde 1991 en el ejército norteamericano. Su música forma parte del repertorio internacional de las bandas de música militares.

SANTANA: La música española ha ejercido una enorme influencia en el desarrollo de la música americana en el sur del continente y, aunque en menor medida, también en la del norte. En Hispanoamérica, esa influencia llega principalmente a través de las compañías de zarzuela y del ejército. Hacia finales del siglo XIX, la música popular y las danzas españolas se fusionaron con las autóctonas creando así nuevos géneros como la habanera o la rumba. Con las primeras grabaciones en los años 20, el jazz norteamericano y la música cubana se influenciaron mutuamente mezclando ritmos africanos con armonías europeas y agrupaciones instrumentales derivadas de las bandas militares. A partir de 1930 la música hispana adquiere cada vez mayor influencia en el norte del continente con artistas como Carlos Santana, que desde 1966 ha vendido más de 100 millones de disco en todo el mundo con un nuevo estilo de fusión entre música latina y rock.

AMAPOLA: Uno de los compositores que más ha contribuido a la universalización de la música española a principios del siglo XX fue el gaditano José María Lacalle. Emigró primero a Cuba y posteriormente, en 1893, a los Estados Unidos. Allí participó en las primeras grabaciones musicales de la Columbia Phonograph Company, de la que llegó a ser director musical. Fundó en Brooklyn el Spanish Theater para promocionar la música española, y a él se deben las primeras representaciones de zarzuela en los EEUU. Su canción más conocida es Amapola, grabada en 1925 por el tenor Miguel Fleta, fallecido en 1938 en A Coruña.

FANDANGO: Juan Carlos Calderón (Santander, 1936-2012) es uno de los compositores españoles de mayor proyección internacional. Nacido en una familia vinculada al mundo del arte, creció en un ambiente en el que pudo desarrollar sus capacidades musicales. Después de concluir la formación en piano clásico se adentró en el mundo del jazz, genero que cultivó en paralelo con la música comercial. Compuso canciones que fueron éxitos en las voces de artistas como Nino Bravo, Joan Manuel Serrat, Mocedades, Cecilia, Marisol, Raphael, Camilo Sesto, Ricky Martin o Luis Miguel. Muchas de estas canciones fueron grabadas en español por artistas extranjeros, que vendieron millones de copias en todo el mundo y alcanzaron los primeros puestos de las listas de éxitos de los mercados anglosajones. En el año 1982 produjo con el trompetista californiano Herb Alpert el LP Fandango. Con él alcanzaría en el terreno del Jazz el mismo reconocimiento del que gozaba en el ámbito de la música comercial, ya que con este trabajo alcanzó el número uno en las lista de Jazz de EEUU, además de un notable éxito en Latinoamérica y en Japón.

Sábado, 1 de octubre de 2022

20:00 a 21:00

Campo San Francisco, Kiosco del Paseo del Bombé.